El hipo: por qué ocurre y cómo detenerlo.
El hipo es un fenómeno común que todos hemos experimentado, pero pocas veces nos detenemos a pensar por qué ocurre el hipo y qué mecanismos biológicos lo provocan. Aunque puede parecer una simple molestia pasajera, en realidad es un reflejo ancestral con causas complejas y soluciones sorprendentes.
Qué es exactamente el hipo.
El hipo es una contracción involuntaria del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen y juega un papel esencial en la respiración. Cuando este músculo se contrae bruscamente sin coordinación con la glotis (la parte de la laringe que regula el paso del aire hacia los pulmones), se produce un cierre repentino de las cuerdas vocales, lo que genera el característico sonido “hip”.
Este fenómeno puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. En algunos casos raros, puede prolongarse durante días, semanas o incluso años, generando complicaciones médicas y sociales importantes.
¿Por qué ocurre el hipo?
La respuesta más directa a por qué ocurre el hipo se encuentra en un reflejo neurológico conocido como reflejo diafragmático. Este reflejo es mediado por una compleja red de nervios y estructuras cerebrales que incluye:
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El nervio frénico, que controla el diafragma.
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El nervio vago, que conecta el cerebro con múltiples órganos del cuerpo.
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Partes del tronco encefálico que coordinan los reflejos respiratorios.
Cuando alguna de estas estructuras es irritada o estimulada de forma anómala, puede desencadenar un ciclo de hipo.
Causas comunes del hipo.
Aunque el hipo puede parecer aleatorio, existen numerosas causas identificables que lo provocan:
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Comer o beber demasiado rápido.
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Ingerir bebidas carbonatadas.
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Cambios bruscos de temperatura en el estómago (como beber agua fría tras comida caliente).
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Reírse o hablar mientras se come.
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Consumo excesivo de alcohol.
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Estados emocionales intensos (nerviosismo, ansiedad, euforia).
En la mayoría de los casos, estas causas generan una irritación temporal del nervio frénico o del diafragma, desencadenando la serie de contracciones involuntarias.
El hipo persistente y el hipo crónico.
Aunque generalmente es inofensivo, hay casos en los que el hipo puede ser persistente (dura más de 48 horas) o incluso crónico (más de un mes). En estas situaciones, puede estar relacionado con:
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Enfermedades neurológicas (esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares).
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Trastornos metabólicos (diabetes, insuficiencia renal).
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Lesiones o infecciones que afectan el nervio frénico o el vago.
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Efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Si el hipo dura más de dos días, se recomienda consultar con un profesional médico para descartar causas subyacentes serias.
¿Cómo se puede detener el hipo?
Existen muchos remedios caseros para detener el hipo, aunque su eficacia varía entre personas. Algunos de los más comunes son:
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Contener la respiración: ayuda a aumentar los niveles de dióxido de carbono en sangre, lo que puede relajar el diafragma.
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Beber agua fría lentamente o en sorbos rápidos.
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Tragar una cucharadita de azúcar o de miel.
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Presionar suavemente el diafragma o masajear la zona abdominal.
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Estimular el paladar blando (por ejemplo, con un bastoncillo de algodón).
Todos estos métodos buscan «interrumpir» el ciclo del reflejo diafragmático y reiniciar el control normal de la respiración.
Curiosidades históricas y científicas sobre el hipo.
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Se ha documentado hipo crónico en pacientes que lo han padecido durante años, como el caso de Charles Osborne, un hombre estadounidense que tuvo hipo durante 68 años.
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Algunos investigadores creen que el hipo podría ser un vestigio evolutivo de la respiración acuática en anfibios.
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El reflejo del hipo aparece incluso en fetos dentro del útero, lo que sugiere que es una función muy antigua del sistema nervioso.
¿Qué dicen los científicos hoy?
Los estudios actuales siguen buscando respuestas más detalladas a por qué ocurre el hipo, especialmente en su forma persistente. La investigación médica también explora tratamientos que van desde medicamentos anticonvulsivos hasta terapias con estimulación nerviosa.
En el ámbito de la neurociencia, se están identificando con mayor precisión las zonas cerebrales involucradas en este reflejo, lo cual podría ayudar en el futuro a controlar el hipo patológico de manera más eficaz.
Herramientas y recursos recomendados.
Para quienes deseen profundizar en este tema o sufran de hipo persistente, estos recursos pueden ser útiles:
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Artículo de la Mayo Clinic sobre hipo crónico.
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Protocolo diagnóstico y terapéutico del hipo persistente publicada en ScienceDirect..
También puedes consultar otros artículos relacionados en nuestro sitio, como ¿Por qué bostezamos y se contagia el bostezo? o ¿Por qué tenemos cosquillas?, que exploran otros reflejos curiosos del cuerpo humano.
Un reflejo molesto, pero fascinante.
Aunque nos cause molestias o incluso incomodidad en público, el hipo es una ventana fascinante al funcionamiento profundo de nuestro cuerpo. Entender por qué ocurre el hipo no solo es útil para aliviarlo, sino también para apreciar la complejidad de nuestros reflejos más primitivos. La próxima vez que te sorprenda uno, sabrás que estás experimentando una de las reacciones más antiguas y misteriosas de la biología humana.